MONUMENTOS MÁS IMPORTANTES




1- El Foro Romano


  •  El apelotonamiento de ruinas no impide hacerse una idea de lo magnifico que debía ser este centro político de la capital del mundo. 
  • Otra forma es simplemente dejarte llevar por el disfrute de unos restos arquitectónicos testigos de la inmensa grandeza de una soberbia civilización, que esculpió el destino de occidente. Y que si no hubiera existido nuestra vida actual se parecería tanto a lo que es hoy en día, como un saltamontes a un elefante.



  • Sus arcos de triunfo, la casa de las vestales, sus basílicas, la imponente tribuna de oradores, la curia romano, o las famosas columnas de Castor y Pólux son algunos de sus restos más visibles.






2- El Coliseo

  • Coloso= Gigante, Para los romanos los Gladiadores eran gigantes y su lugar de lucha por tanto el Coliseo, lugar de los colosos.
  • El edificio se empezó a construir en el 71 d.c. sobre los restos de un anfiteatro anterior, y en un tiempo récord de nueve años se concluyó, por lo que Tito pudo inaugurarlo con unas fiestas que duraron 100 días. (Os imagináis 100 días de San Fermín).
    En el 82 d.C. Domiciano añadió un piso adicional. Con cinco niveles que se distribuían según el rango social, los lugares más cercanos a la arena los ocupan las clase más altas.


3- Los Grandes Arcos conmemorativos.

  • Los emperadores gustaban de inmortalizar sus logros con solemnes arcos de triunfo, costumbre que posteriormente usaran todos los grandes megalómanos de la Historia en infinidad de culturas.
  •  A pesar de su magnificencia, con 21 metros de altura y 25 de ancho, sus materiales son restos de otros monumentos. 




4- Fontana di Trevi. ( Fuente de Trevi )


  • Fontana di Trevi es la fuente más monumental de Roma y una de las más hermosas del mundo. La historia de esta fuente se remonta a los tiempos del emperador Augusto. Según la leyenda, fue una misteriosa doncella la que indicó al general Agripa el emplazamiento del manantial, en las afueras de Roma. Para traer el agua a la ciudad.

  • Una de las características destacadas de la Fontana di Trevi es el contraste entre la monumentalidad de la fuente y la estrechez de la plaza en que se encuentra: tan escondida entre callejuelas que cuesta trabajo encontrarla. Se pretende suscitar la sorpresa del turista, que queda fuertemente impresionado cuando se topa de bruces con la fuente.


5- Columnas conmemorativas.

  • Si unos emperadores quisieron pasar a la historia con un arco otros lo hicieron con una columna.
  •  En la céntrica Plaza Colonna se encuentra la columna de Marco Aurelio del año 180 d.C. que conmemora las victorias sobre los germanos y fue erigida por el Senado a titulo póstumo en memoria de tan insigne emperador.  Tiene 28 tambores de mármol que le proporcionan sus 30 metros de alto. En el interior hay una escalera que permite subir a lo alto. Coronando la columna una estatua de San Pablo que sustituye a la de Marco Aurelio.




6- El Panteón de Agripa.


  • Un icono no solo de Roma sino de la historia de la arquitectura. Construido por Adriano en el año 80 d.C. sobre un panteón del tiempo de Agripa, la mano derecha de Octavio Augusto. El nuevo templo se dedico a su memoria y fue ejecutado por Apolodoro de Damasco. 
  •     Su gran pórtico clásico con dieciséis columnas de granito egipcio sostiene un frontón con un tímpano liso. En este espacio yo habría escrito algo así como “arquitectos de los próximos 2000 años, a ver si sois más originales que no hacéis más que copiarme”.
  •  Su cúpula con 43, 30 metros de diámetro solo fue imitada, no digo superada, por la inmensa cúpula de Brunelleschi en el Duomo de Florencia. La cúpula se sostiene a la misma altura que su diámetro
  •  Esta construcción descansa sobre un muro cilíndrico de seis metros de espesor, y un anillo de cimentación de más de siete metros. Será Santa Sofía en Constantinopla el siguiente hito en la historia de las cúpulas, pues siendo menor (32,6 metros) en diámetro, tendrá la osadía de apoyarse en solo cuatro puntos.     

                                                     

7- Termas de caracalla.

La obra fue comenzada por Septimio Severo en le 206 d.C., finalizandols Caracalla en el 217 d.C.
 Son las mayores termas de la historia del Imperio Romano y podían acoger hasta 2000 personas. Sirvieron hasta el año 537 d.C. en que el cristianismo logro prohibir los baños como un entretenimiento público. El edificio tenia 228 metros de largo y 166 de ancho por 38 de alto, es decir medidas superiores a las de muchos estadios de futbol actuales.
 Hoy constituyen un agradable paseo ajardinado que nos permite relajarnos y descansar de otras zonas más ajetreadas de Roma
 Las termas de Caracalla se encuentran entre la Viale Aventino (avenida Aventino), y la Viale delle Terme di Caracalla (avenida de las Termas de Caracalla).

8- Boca della Verita

Para ser importante no es necesario que el monumento sea colosal. Hoy en el pórtico de la Iglesia de Santa Maria en Cosmedin, en Roma, podemos ver una vieja reliquia romana. La Bocca della Verità (La Boca de la Verdad), un gran medallón con un rostro barbado esculpido con casi dos metros de diámetro.
 Parece ser que era parte de una fuente romana, pero lo cierto es que no presenta signos de erosión por acción del líquido.
 Como casi todo en Roma tiene una leyenda. La Bocca Della Verita, viene siendo un antiguo polígrafo detector de mentiras, de manera que quien introduce su mano en la boca de la misma y se le interroga acerca de algo, ya puede decir la verdad pues de lo contrario perderá la mano.
 La historia dice que un patricio acusaba a su mujer de infidelidad y quiso llevarla ante el juicio de la Bocca Della Verita. Esta ideo con su amante una argucia consistente en que el amante la asaltara en plena calle, y besara frente a todo el mundo. De esta forma cuando acudió a la Boca Della Verita manifestó que solo su marido y aquel insolente la habían besado, salvando así la mano, pues técnicamente no mintió.
 No obstante, ne es esta leyenda la que ha hecho famosa a la Bocca Della Verita, ni ningún emperador, senador o Papa. Ha sido el cine, y dos de sus mitos, Gregory Peck y Audrey Hepburn en la película de 1953, “Vacaciones en Roma”. Si no fuera por ellos a la Bocca Della Verita en Roma no la visitaba ni el Tato.






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